Sin duda, la vendimia 2020 en el hemisferio sur será recordada por su complejidad y su corta duración. Gracias a un excelente manejo tanto en los campos como en las bodegas, tenemos la certeza de que los vinos Santa Carolina de esta cosecha seguirán manteniendo la calidad que nos representa.

Según el reporte entregado por la Asociación Nacional de Ingenieros Agrónomos Enólogos de Chile, esta temporada se vio enfrentada a varias dificultades climáticas: una intensa sequía durante el invierno en la mayoría de los valles, heladas en época de brotación y temperaturas superiores a lo normal en los meses finales del año. Todo esto provocó rendimientos bajo el promedio histórico y un adelanto del comienzo de la vendimia de hasta cuatro semanas para algunas variedades. Finalmente, las altas temperaturas del mes de marzo y a la llegada del COVID-19 a nuestro país obligaron a acelerar las cosechas y terminarlas alrededor de un mes antes en relación a un año normal.

El informe concluye que, aunque fue atípica, la temporada 2019-2020 fue buena y se pudo superar los desafíos. Las condiciones de la temporada condujeron a vinos de buena concentración y demostraron la capacidad de adaptación de parte de los productores a un escenario de pandemia que puso una nueva prueba para la industria vitivinícola, siendo quizás una de las vendimias más cortas en extensión en la historia reciente.

Andrés Caballero, Gerente Agrícola y de Enología de Santa Carolina, concuerda con lo anterior. “Esta fue una vendimia excepcional en términos de tiempos y formas de cosecha. Por lo mismo, esperamos que los vinos también sean excepcionales: potentes, con mucha fruta y mayor complejidad”, señaló. Además, agregó que “nos sentimos satisfechos con esta cosecha. La terminamos con un mes de anticipación y logramos cubrir todas nuestras necesidades. En términos de kilos de fruta producidos, la cantidad fue bastante similar a la del año pasado”.